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Mi poema "Solo por un dia"!

Solo por un día...!
A veces quisiera...,
ser todo eso que dices
que soy para ti
y ser quien te alegra la vida.
Al menos....,

Por un dia.
Olvidarme de mi mundo y luego inventarme
uno, donde estemos solo los dos.
Aunque sea....,
Por n dia.

Dejar de soñarte, de imaginarte y de extrañarte
y convencerme de que al final verte, sera tenerte.
Siquiera....,
Por un dia

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Y si hacemos el amor y no la guerra? - Brenda Terrones

Y si hacemos el amor y no la guerra? Si a cada paso que damos en vez de minas explotamos en abrazos si las mentiras nos dijeran la verdad sobre la cama los rehenes esos besos y el rescate las caricias Y si hacemos el amor y no la guerra? Si los gritos de ira fueran de placer y el sudor de amar no de correr un soldado inquebrantable seria yo mi patria tu cuerpo mi bandera todos los colores Y si hacemos el amor y no la guerra? Una emboscada cada noche te esperaría y durante el día bombardeos de besos estallidos en el corazón lagrimas de amor locura incesante ojos desorbitados de placer. Y si hacemos el amor y no la guerra? Y si estoy en guerra quiero estarlo solo contigo y haciéndote el amor caer en combate me rindo y entrego todo lo fui, lo que soy y hubiese sido sin ti no quiero estar en guerra, quiero hacerte el amor.

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A veces yo me pregunto - Brenda Terrones

A veces yo me pregunto quien está en verdad loco ¿Acaso soy yo o el mundo? porque aquí pasan cosas con las que me confundo. No entiendo porque el progreso es sinónimo de profunda desigualdad que para avanzar unos pocos a otros debamos machacar Tampoco consigo comprender si los hay que mueren de hambre aquí muchos no queremos comer persiguiendo imposibles cánones. Porque a padres maravillosos que pasan años tratando adoptar la vida no les da ni un solo hijo y si a quienes los maltratarán. Porque algunos disfrutan con la muerte y la tortura ¿Es que nadie más ve que esto es una locura? Ya no consigo recordar el día en que las tragedias de la tele tan terribles, aun me sorprendían Ahora estoy ya acostumbrada, las veo como si fueran películas. Cómo podemos pasar por la vida ante todo tan indiferentes sin pensar que mañana quizás seas tú como el que tienes enfrente. No les importa que haya guerras que sus iguales mueran en la miseria si se pueden comprar un coche más si todos somos piezas del mismo rompecabezas, ¿No nos deberíamos de ayudar? Quisiera que todos vieran lo que para mí es una gran verdad que todos somos iguales, piezas de la humanidad. Todos seres humanos valiosos con una misión a desempeñar, que por tonta que parezca la vida de alguien mejorará. Así que cuidemos este mundo y a los que en él habitan luchemos porque en un futuro no haga falta esta poesía. Puede que esto sea difícil un imposible todavía, sólo el sueño de una niña con fe aun en esta utopía. Quizá sea una soñadora pero no quiero cambiar, quisiera poder hacer algo y nunca dejar de soñar.

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EL HORIMENTO BAJO EL FIRMAZONTE Carmen Jodra (Madrid, 1980)

La farandolina en la lejantaña de la montanía
El horimento bajo el firmazonte…
Vicente Huidobro
-¡Democrad! ¡Libertacia! ¡Puebla el vivo!
¡No dictaremos más admitidores!
Pro lometemos, samas y deñores,
nuestro satierno va a gobisfacerles.
Firmaremos la gaz, no habrá más perra,
zaperán juntos el queón y el lordero,
y quieto promerer y lo promero,
vamos a felicirles muy hacerles.
(Y el horimento bajo el firmazonte,
o el firmazonte bajo el horimento
-ye ca no sé-, brillaba, grona y aro).
-Que se me raiga un cayo si les miento:
fumos soertes, y, mo lás pimtorante,
¡blasamos hiempre claro!
(Las Moras Agraces, 1999)

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CIUDAD DESNUDA Zbigniew Herbert (Polonia, 1924-1998)

Esta ciudad en una llanura lisa como una lámina de hojalata
con la mano mutilada de su catedral como una garra que señala
con los empedrados del color del intestino con las casas desolladas
ciudad bajo la crecida de la ola amarillenta del sol
de la calcárea ola de la luna
oh ciudad más que ciudad decidme cuál ciudad
bajo qué estrella junto a qué camino
de su gente: trabajan en un matadero en un inmenso edificio
de ladrillo crudo de suelo de hormigón envueltos en el hedor de la sangre
y el penitente salmo de las bestias Acaso allí hay poetas (poetas que callan)?
hay algo de ejército gigantesco sonajero de cuarteles en la periferia
el domingo al otro lado del puente entre arbustos híspidos en la fría arena
en una rojiza hierba las muchachas reciben a los soldados
hay todavía unos pocos lugares dedicados a los sueños Un cine
con una pared blanca donde son arrojadas las sombras de los ausentes
pequeñas salas donde el alcohol es vertido en finos o toscos vasos
hay además perros finalmente hambrientos perros que aúllan
y señalan de este modo los límites de la ciudad Amén
así que todavía preguntáis qué clase de ciudad
digna de la cólera sulfúrica dónde está esa ciudad
en los cables de qué viento bajo qué columna de aire
y quién viva allá si gente con el color de la piel parecido a nosotros
si gente con nuestras caras

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José Antonio Rey del Corral (Zaragoza, 1939-1995)

Hay que luchar contra el cadáver de la vida.
Hay que existir, aunque sea más allá de la muerte.
Hagamos un montón de todos los sótanos que nos apresan
y a la buhardilla con ellos.
¿Por qué ocultar nuestros deseos en las alcobas
si tenemos la invitación de la yerba
y todo lo que no somos nosotros, se expresa a nuestros ojos?
¿Por qué somos turbios
y no osamos mirar a los ojos ajenos
más que a medias y con gafas de sol?
No. Yo sé que no todas las dentaduras son postizas
y que los capos se extienden más allá de las carreteras.
Salgamos de los suburbios apestosos,
tiremos nuestra miseria a la basura
y pongamos nuestra costra al viento.
Seamos libres.

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Juan Podesta Barnao - A la baja

Los índices macroeconómicos de este pacto bursátil
acabarán por desesperar a los inversionistas
saldrán corriendo a invertir sus acciones en lugares más propicios
sitios menos riesgosos para el romance.
Porque para ser franco
esta firma comercial nada promete
fue una empresa de papel
mesas y sillas apolilladas
carpetas con egresos e ingresos
calculadoras y caja registradora.
Ahora, la única pregunta que cabe
es saber cuál de nosotros fue el operario
en cerrar el portón metálico, echar candado
y dirigirse al paradero con rumbo desconocido.