Juan Podesta Barnao - Madrugada
El único negocio a estas alturas
es el resto de noche que va quedando
chirriar de algunas tripas
el mal aliento que acaba por desentendernos
de la lucidez
y que nos lleva a ponderar
que la única solución posible
es rematar las pocas pertenencias sentimentales
liquidar algunas emociones
firmar contrato con un imaginario dueño de pensión
y salir trasquilado
porque al final
la madrugada nos volvió a cagar
con la letra chica de los contratos usureros.
es el resto de noche que va quedando
chirriar de algunas tripas
el mal aliento que acaba por desentendernos
de la lucidez
y que nos lleva a ponderar
que la única solución posible
es rematar las pocas pertenencias sentimentales
liquidar algunas emociones
firmar contrato con un imaginario dueño de pensión
y salir trasquilado
porque al final
la madrugada nos volvió a cagar
con la letra chica de los contratos usureros.
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